“Hay enfermedades que se pueden curar con el Rosario”. La potente enseñanza de un místico

in sinu jesu

“…a través de esta oración haré grandes santos a los grandes pecadores, a través de está oración santificaré a Mis sacerdotes, daré alegría a Mis consagrados y levantaré nuevas vocaciones en abundancia”.

Cada vez más personas, están teniendo la oportunidad de conocer y sumergirse en la potente lectura del libro In Sinu Iesu. Del autor sabemos solamente que es un anónimo sacerdote benedictino el cual, orando ante el Santísimo Sacramento, experimenta desde 2007 el don de escuchar a Cristo y a María en su interior. De esta mística relación nacen reflexiones “con ecos del Cielo” como la siguiente, referida al inestimable poder del Rosario:

“No hay problema o dificultad que no pueda ser dilucidada o resuelta con el fiel y perseverante recurso al santísimo Rosario de Mi Madre. El Rosario es el regalo de Mi Madre a los pobres, a los sencillos y a los pequeños que son los únicos capaces de escuchar el Evangelio en toda su pureza y de responder a este con un corazón generoso. Es a ellos, a los niños, a los débiles, a los pobres y a los que confían, a los que se les da el Rosario. Es a ellos a los que les pertenece el Rosario.

No hay sufrimientos que no se pueda soportar pacíficamente, mientras el alma esté rezando el Rosario. A través del Rosario, toda la gracia y el poder de Mis misterios pasan a través del Inmaculado Corazón de Mi Madre a los corazones de los pequeños que la invocan, repitiendo una y otra vez el ‘Ave del ángel. Hay enfermedades que se pueden curar con el Rosario. Hay nubes de oscuridad y confusión que solo el Rosario puede dispersar y esto porque es la oración preferida de Mi Madre, una oración que se originó en las alturas del Cielo y fue llevada a la tierra por Mi Arcángel, una oración que resonó y se amplió en la Iglesia a través de los siglos, una oración amada por todos Mis santos, una oración de poder que desarma y de inmensa profundidad.

Hay quienes encuentran difícil el Rosario. La dificultad no radica en el Rosario, sino en la complejidad de quienes luchan por entrar en su sencillez. Invita a las almas a rezar el Rosario, a través de esta oración sanaré a los enfermos de mente y cuerpo, a través de está oración daré paz allí donde haya conflicto, a través de está oración haré grandes santos a los grandes pecadores, a través de está oración santificaré a Mis sacerdotes, daré alegría a Mis consagrados y levantaré nuevas vocaciones en abundancia.

Entonces escucha la súplica de Mi Madre en tantos lugares. Escúchala, toma su súplica en el corazón, reza su Rosario, por ti y por ella, y Mi Padre hará cosas maravillosas”.

Fuente: “In Sinu Jesu – Cuando el Corazón habla al Corazón. El diario de un sacerdote en oración”, pág. 258. Angelico Press, 2019.

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