50 años del milagro de Bot Tola: tribales, cristianos y musulmanes creen que la Virgen les salvó

Peregrinos con la Virgen de Bot-Tola, en Bangladesh – foto de Stephan Uttom/UCA News

En 1971 Bangla Desh se independizó de Pakistán mediante una guerra que causó unos 40.000 muertos entre combatientes y una cantidad muchísimo mayor de bajas civiles, que se calculan entre 300.000 y 3 millones (el British Medical Journal calculó entre 125.000 y 500.000 bajas civiles).

Fue, pues, una guerra en la que las tropas de Pakistán Occidental fueron especialmente crueles contra los civiles de Bangla Desh. Por ejemplo, milicias islámicas aliadas con Pakistán aprovecharon algunos decretos islámicos para esclavizar o violar a miles de mujeres bangladeshíes considerándolas hindúes, es decir, paganas (se habla de entre 200.000 y 400.000 mujeres violadas, según Wikipedia).

Sin embargo, cuando los soldados llegaron en octubre de 1971 a la aldea de Bot-Tola (también llamada Nobai Bottola), apenas causaron daños. Tiraron antorchas a los tejados de paja, pero no ardieron. Reunieron a varios aldeanos, los alinearon y parecía que iban a fusilarlos, pero no dispararon.

En el pueblo, donde muchos eran católicos, lo atribuyen a la Virgen María. Desde entonces, cada año hay una procesión al lugar, organizada por la parroquia de Andarkota y la diócesis de Rajshahi, a 300 km de Dacca. Este año ha acudido más gente que nunca, para invocar la protección de la Virgen contra el coronavirus.

El milagro de Bot-Tola

Bot-Tola es un pueblo de etnia santal. Los santal son un pueblo tribal, animistas, no musulmanes, en la frontera con la India, con un millón de miembros en Bangla Desh. Muchos de ellos se han ido convirtiendo al cristianismo en las últimas décadas. Son famosos por sus típicas danzas en filas.

Bot-Tola era una aldea muy cristianizada, católica, de las primeras. Los catequistas Louis Soren y Lakhon Victor Hasdak actuaban como líderes y habían organizado a los aldeanos para que avisaran tocando la campana de la aldea si llegaban tropas pakistaníes.

Esa mañana de octubre sonó la campana: venían soldados. Los aldeanos, tanto cristianos como musulmanes como animistas, se refugiaron en la iglesia de barro.

Aldeanos alineados, como para fusilarlos

Los soldados recorrieron el pueblo, encontraron algunos ancianos que no habían podido moverse y los arrastraron a la calle formando una línea con ellos bajo un gran árbol.

Los aldeanos dentro de la iglesia rezaban a la Virgen. Los soldados estaban a punto de disparar… pero de repente decidieron no hacerlo, y optaron por liberar a sus detenidos. Después entraron en la iglesia, para interrogar a los jóvenes, buscando milicianos independentistas.

Algunos soldados intentaron prender fuego a las casas de la aldea, hechas de barro y tejados de paja. Tiraron antorchas encendidas a los tejados, pero, asombrosamente, ninguna casa llegó a arder. Finalmente los soldados se retiraron sin matar a nadie.

En el contexto de ese año sangriento y cruelísimo, los aldeanos de Bot-Tola —y no solo los cristianos, sino también los musulmanes y animistas— consideraron que era un milagro de Dios por intercesión de la Virgen María.

Un santuario con miles de peregrinos

Desde entonces, cada año se organiza un festejo y una peregrinación a esta iglesia, en la que participan también musulmanes, hijos y nietos agradecidos de los que vivieron esos eventos. Muchos rezan o realizan ofrendas ante la Gruta de la Virgen, una imitación de la cueva de Lourdes.

Este año, entre las incertidumbres por el coronavirus, 10.000 personas acudieron a esta peregrinación el 15 y 16 de enero, con una multitud reunida para rezar el rosario.

Carlus Marandy, católico santal, uno de los organizadores, explicó a la agencia UCANews que la organización se aseguró de que todos usaran máscara y desinfectante de manos.

El obispo de Rajshahi, Gervas Rozario, celebró la misa. “Así como sabemos que nuestra Madre María protegió a los aldeanos de los soldados de Pakistán en 1971, igualmente nos puede salvar del Covid-19. Deberíamos también rezarle humildemente a la Virgen por la paz y la armonía en el mundo”, predicó el obispo.

La diócesis de Rajshahi declaró en 2004 que el lugar fuera un santuario mayor y en 2014 lo convirtió en parroquia (en vez de una simple capilla rural).


Fuente: Cari Filii