Reflexión para Enero 2019

Un nuevo año ofrece la oportunidad de un nuevo comienzo. Para una mirada de fe, esa renovación es perfectamente posible desde que abramos el alma a Dios. Renovar, claro que sí, nuestro corazón en Cristo, ante todo imitándolo con amor y confianza, abiertos a las sorpresas que nos reserva. El Señor quiere ser parte de nuestra vida para llevarla a la plenitud que Él nos ha reservado desde siempre:

 

Señor Jesús, llévame de tu mano a lo largo del año que inicia. Que sepa reconocer tu voz, que sepa seguir tu voluntad, que sepa acoger los dones que Tú me des, que sepa dejar de lado aquello que me desvía de Ti, que encuentre en Ti mi libertad, mi paz y mi alegría. Y que María Santísima vele por mi en cada momento para que estos propósitos sean posibles, para gloria Tuya. Amén.