Sara Winter, ex-feminista: “Rezo el rosario todos los días y a esto no puedo renunciar”

El periodista Thacio Siqueira, de la agencia Zenit, acudió a Brasilia a principios de este mes. Su objetivo era entrevistar a Sara Winter, una de las participantes de la marcha por la vida convocada por el “Movimiento Brasil sin aborto” el 7 de junio.

Sara es hoy una persona sencilla, sincera, alegre, llena de vida y entusiasmo. Pero hasta hace unos años fue una feminista furibunda, activista radical del grupo Femen. ¿Cómo se produjo el cambio de dirección en su vida? Entre otras cosas, gracias al Rosario:

Sara Winter Pro Vida

Quien fuera un día una feminista extrema, ahora emplea su tiempo y energías en la defensa de la vida. Aquí, alentando a los participantes de una marcha Pro Vida en Brasil.

¿Cuál es la espiritualidad de Sara?

–Sara Winter: Soy católica, hice la primera comunión, la confirmación y fui incluso catequista. Me aparté del camino de Jesucristo a los 14 años y me tomó casi 10 años volver. Practico mi fe, tengo amigos seminaristas, personas que me escuchan. Rezo el rosario todos los días y a esto no renuncio. La mejor manera de practicar la fe, para mí, es cuando practico la caridad. Doy conferencias y recolecto donaciones en favor de las madres que quieren abortar, para convencerlas de que no lo hagan.

¿Qué opina sobre la ideología de género?

–S.W. : Considero que es inadmisible enseñarla a los niños. Estos temas deben ser tratados por los padres o por las familias. Nadie en la escuela debe entrar en estos temas.

¿Y sobre la ideologización de la juventud?

–S.W. : El período de la adolescencia es cuando empezamos a interesarnos en esta idea de cambiar el mundo. Es entonces cuando los partidos de izquierda se aprovechan y promocionan sus agendas contra la vida, la familia. Yo también era joven y fui engañada por estos movimientos y les puedo contar un poco de mi historia para que las niñas de hoy en día salgan de esto. En el fondo, el movimiento feminista no tiene interés en ayudar a la gente; sólo quieren instrumentalizarla.

Me entristece ver a los jóvenes “ideologizados”, es muy triste porque sé que están enfermos, usan anteojeras como las de los caballos y no logran ver más allá de eso. El punto es que cuando los movimientos ya no los encuentran útiles, los descartan.

Mis amigos eran adictos a las drogas… Hoy estoy rodeada de gente buena, tengo muchos amigos sacerdotes. Uno de ellos es el padre Augusto, de Rio de Janeiro, a quien le dije: “Antes yo era la última persona que salía del baile, ahora soy la última en salir de la iglesia”. Tuve la oportunidad de conocer al cardenal Orani João Tempesta, una persona increíble, tuve una conversación con él y lo disfrutamos.

Sara Winter

Sara Winter junto al periodista Thacio Siqueira, de la agencia Zenit

¿Y ahora le ha llegado una nueva vida y el perdón de Dios y de uno mismo?

–S.W. : Me parece increíble esta oportunidad que Dios me ha dado. Me encontraba emocionalmente destruida. Hacía lo que hacía y no sabía por qué lo estaba haciendo… solo sabía que tenía que hacerlo. Para que vean el nivel de lavado de cerebro que hacen: yo luchaba y daba mi vida por una revolución que no sabía cuál era… pero lo vivía y lo respiraba.

Muchas veces me planteaba que debía dejar eso, pero no podía porque no tenía otro objetivo en la vida sino luchar por el feminismo, por el Estado fuerte, por el comunismo. Y hoy, si no hubiera sido por mi hijo, mi bebé, yo no habría salido de esto. Fue la mano de Dios obrando en mi vida. Y estoy agradecida también con todas las personas que me dieron una segunda oportunidad.

¿Cómo experimenta el perdón?

–S.W. : Todos los días me perdono un poco. Espero que llegue el día en que pueda estar completamente libre. Estoy segura de que Dios me ha perdonado. Yo confieso y creo que Dios me ha perdonado. Creo en el sacramento de la confesión y siento en mi corazón que Él me perdonó.


Fuente: Agencia Zenit