“Un Rosario por Chile” presente en Fiesta de la Virgen del Carmen
El jueves 16 de julio, fiesta de la Virgen del Carmen, el Santuario Nacional de Maipú recibió a la multitud de peregrinos que acude para saludar a la Reina y Patrona de Chile, agradecer sus favores y expresarle su devoción. Comunidades y agrupaciones católicas, bailes religiosos, cuasimodistas y fieles de toda condición se hacen parte como colaboradores de la misión evangelizadora de la Iglesia chilena.
En este epicentro de fe y de identidad histórica estuvo “Un Rosario por Chile”, representado con un stand y casi una veintena de entusiastas voluntarios que se alternaron sin descanso durante todo el día para dar a conocer la campaña “Rosario por la Vida”, para recibir la ayuda a la peregrinación de la Virgen del Carmen Misionera, para recitar el rosario con los fieles; en suma, para afirmar la certeza de que la oración puede cambiar los acontecimientos pues para Dios no hay imposibles. En pocas horas más de 500 personas se inscribieron para rezar el Rosario por la Vida, y muchas otras se llevaron el folleto para compartir en sus comunidades esta devoción.
La defensa de los inocentes
Y es que la defensa de la vida fue una de las notas fuertes de la jornada: cada una de las misas rezadas durante el día, en especial la celebración que presidió el Cardenal Ricardo Ezzati, hicieron énfasis en el respeto de la Iglesia por el don sagrado de la vida en todas sus etapas.
En el sermón, el Cardenal expuso que en María somos familia, contamos con apoyo recíproco, se restablecen las confianzas y se cuida la vida nueva. Citando la encíclica Alabado Seas del Papa Francisco recordó que “el respeto a la persona humana en cuanto tal, con derechos básicos e inalienables ordenados a su desarrollo integral también reclama el bienestar social y el desarrollo de los grupos intermedios, aplicando el principio de subsidiareidad”. Entre estos grupos destaca la familia. El Arzobispo también encomendó a la Virgen del Carmen el cuidado de la vida naciente y hasta su muerte natural. Finalizó al homilía pidiendo que mire “con misericordia a tantos hijos que hoy levantan sus ojos hacia ti esperando encontrar en tu corazón de Madre acogida, escucha y bendición”.
Después el Cardenal visitó la zona habilitada a un costado del santuario con las carpas de asociaciones católicas, la carpa de la confesión y la carpa del rosario. Fue en ese momento cuando dedicó un cálido saludo al grupo de “Un Rosario por Chile”, tomándose fotografías con ellos y bendiciendo la campaña y a cada uno de sus integrantes.