El Rezo del Rosario lo ayudó a liberarse de su Adicción a la Pornografía
Matthew Fradd, australiano, casado, padre de tres niños, inició su adicción al porno cuando estando en el ático de la casa de un familiar, encontró una revista que lo dejó “completamente cautivado”. Tenía ocho años y no pudo resistir el impulso de rebuscar por toda la casa de su pariente por si encontraba más revistas. Luego entre los 11 y los 12 años, él y un amigo robaban revistas pornográficas de las tiendas locales. Matthew recuerda que terminó con una numerosa colección, escondida en el lugar más profundo de su cómoda.
Ha contado muchas veces su historia en televisión y radio, ante multitudes de personas en Canadá, Irlanda y Estados Unidos. Lo hace porque cree que la pornografía es un mal, que “paraliza la capacidad de una persona para amar, castra a los hombres y degrada a las mujeres”.
Dios padre y el don de la fe
Su vida comienza a ser transformada, al iniciar la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) del 2000 en Roma. Hasta entonces “auto-declarado agnóstico”, pero la aventura de viajar a Europa -casi a cero costo para él- le resultaba irresistible, aunque tuviere que acoplarse a esa actividad de la Iglesia.
Impactado y arrastrado de alguna forma por la espiritualidad de los jóvenes que lo rodeaban en ese momento, estando en la Plaza de San Pedro, decidió orar. “Nunca me había sentido tan feliz en mi vida”, dice. “Tuve la certeza abrumadora de que Dios es real, que Él me ama… Si esto era cierto ¿cuánto cambiaría todo en mí?”… “El lento proceso de la santificación -dice-, comenzó entonces”.
Rosario: una cadena que libera
A medida que pasaban los meses la fe se asentaba con la práctica religiosa y sacramental, Matthew señala que pasaba períodos más largos sin recurrir a mirar pornografía e incluso cada vez significaba un menor esfuerzo prescindir de ella. Pero el 2006, precisamente después de contraer matrimonio, sobrevino la recaída. “Mientras mi mujer dirigía un estudio de la Biblia con sus amigas, enseñándoles acerca de su dignidad, yo miraba pornografía”, recuerda.
Se sentía, dice, “absolutamente avergonzado”, y en su confesión siguiente le comentó al sacerdote que estaba “harto” de repetir la misma cosa una y otra vez. El sacerdote, le sugirió recurrir a la ayuda de la Santísima Virgen María, Nuestra Señora de la Pureza. “No creía que esto realmente iba a funcionar, pero nada perdía con intentarlo”, precisa.
“Desde ese día tomé el rosario y rezo por esta intención”. “Y he continuado… al final de rezarlo me gusta sostener el rosario por encima de mi cabeza como una cadena con las dos manos y decir: «Madre Bendita, he tomado tu cadena, ahora libérame de las cadenas de mi lujuria»”.
La liberación se renueva en el apostolado
Luego de su liberación Matthew comenzó a preguntarse cómo podía ayudar a otros que luchan con el mismo problema. Grabó su testimonio, y puso en marcha “el sitio web más simple, directo y barato que hayas visto nunca”. Y comenzó a ser contactado por gente adicta de todo el mundo. Luego, el año 2009 un sacerdote le dio $12.000 dólares para que pusiera en marcha lo que hoy es el sitio, ya profesional, www.theporneffect.com que recibe cerca de 7.000 visitantes al día.
Desde su propia experiencia Matthew cree que sólo con medios humanos no es posible liberarse de tal adicción y por ello recomienda el “ayuno y la Adoración del Santísimo Sacramento, la confesión y el rezo del rosario”. Porque sólo con medios humanos cree no es posible superar tal adicción.
Fuente: Portaluz.org