La alegría de Filomena Puga, Sembrando con el rosario en Isla de Maipo
Cuando Filomena Puga supo de Un Rosario por Chile, se llenó de alegría y no sólo porque fuere su hija (religiosa de la Congregación Adoratrices del Santísimo Sacramento) quien le comentó de esta iniciativa, sino porque en su alma, supo que era la propia Virgen quien la invitaba…”¡Porque es urgente rezar por nuestra patria y esta cruzada es maravillosa pues nos permite servir a Dios pidiendo el auxilio de la Santísima Virgen!”, nos dice.
Sin relajos Filomena tomó como propia la cruzada y comenzó a difundirla convocando adherentes entre los feligreses de la Capilla Padre Alberto Hurtado en Isla de Maipo, donde es también catequista…
“A nuestra capilla asisten muchas familias cuyas jefas y jefes de hogar trabajan como temporeros, personas de esfuerzo a quienes la devoción del rosario les fortalece para vivir con esperanza a pesar de las limitaciones económicas que viven. ¡Si los volantes, alrededor de trescientos, se me hicieron pocos, al igual que rosarios que hemos distribuido! Como supe de Un Rosario por Chile poco antes del Mes de María, aprovechamos esa instancia para darlo a conocer. Nuestro párroco que ya sabía también de esta cruzada, se sorprendió, contento, cuando supo que aquí ya estábamos participando con nuestro grupo de oración, de quince personas. Pero también vamos a rezar el rosario, pidiendo por las intenciones de la cruzada, a casas de personas enfermas; nos reunimos además en grupos de cinco a seis personas en tres casas otros días y cada domingo antes de la liturgia o la misa rezamos nuestro rosario con las intenciones o las incorporamos en la oración de los fieles, ¡porque nos llena el alma!”