Un Rosario por Chile en el Año de la Fe
No tengan dudas… orar, rezando el Rosario, traerá las gracias de Dios que anhelamos, siendo así nuestro compromiso en el “Año de la Fe”
Con la Carta Apostólica Porta Fidei, Benedicto XVI nos ha convocado a todos los católicos a participar desde el 11 de octubre de 2012 al 24 de noviembre de 2013 en el “Año de la Fe”.
Los adherentes de Un Rosario por Chile, comprometemos nuestra participación, destacando la providencial coincidencia entre los objetivos propuestos por el Su Santidad para el “Año de la Fe” y la esencia orante de esta cruzada.
Cuando en los medios de comunicación los signos de muerte (violencia, abusos, discriminación, mentiras, hedonismo, ausencia de los valores del evangelio, negación de Dios) tienen prioridad para copar los espacios impresos y audiovisuales Benedicto XVI levanta una luz de esperanza para la humanidad.
Cuando en nuestras sociedades y en nuestras propias vidas hemos dado espacio a que esos signos de muerte opaquen nuestra identidad santa de hijos de Dios, Su Santidad nos desafía a una renovada conversión.
¿Cuál es esa luz de esperanza y la renovada conversión que encierra el Año de la Fe?
Vivir y proclamar el retorno a Dios Uno y Trino en la persona de Jesucristo; vivir y proclamar la pertenencia filial del ser humano respecto de Dios; vivir y proclamar que el ser humano existe como tal sólo en y para Dios…
“…el Año de la fe es una invitación a una auténtica y renovada conversión al Señor, único Salvador del mundo” (Benedicto XVI, Porta Fidei N° 6)
“La fe es decidirse a estar con el Señor para vivir con él” (Benedicto XVI, Porta Fidei N° 10)
“Confiemos a la Madre de Dios, proclamada «bienaventurada porque ha creído» (Lc 1, 45), este tiempo de gracia” (Benedicto XVI, Porta Fidei N° 15)
¿Por qué es hoy urgente esta convocatoria?
Benedicto XVI nos responde: “Mientras que en el pasado era posible reconocer un tejido cultural unitario, ampliamente aceptado en su referencia al contenido de la fe y a los valores inspirados por ella, hoy no parece que sea ya así en vastos sectores de la sociedad, a causa de una profunda crisis de feque afecta a muchas personas.” (Benedito XVI Porta Fidei N° 2)
¿Cómo iniciar y sostener este retorno a Dios que demanda el Año de la Fe?
La oración –junto al participar de los sacramentos, la lectura de la Sagrada Escritura y conocer la doctrina- es pilar fundamental para nutrir la relación personal y comunitaria con Dios.
Y el rezo del Rosario es instrumento predilecto, pues en sus oraciones fundamentales (Credo, Padre Nuestro, Ave María, Gloria) y en la meditación de sus Misterios (Gloriosos, Gozosos, Dolorosos, Luminosos), nos educa y abre a las verdades fundamentales de la fe.
Más aún –y acogiendo lo dicho por la misma Santísima Virgen en sus apariciones- es medio eficaz para alcanzar las gracias de Dios necesarias para la Salvación.
Así entonces Un Rosario por Chile invita a todos a vivir este Año de la Fe ‘de la mano’ del Santo Rosario.