La Catequesis de Benedicto XVI que orienta a Un Rosario por Chile
El Miércoles 29 de Agosto de 2012, Benedicto XVI dedicó su catequesis, en CastelGandolfo, a San Juan Bautista, quien con su vida desafía a los católicos hoy a ser fieles al evangelio de Jesús, incluso hasta el martirio. Fidelidad que es posible alcanzar, enseña el Papa, sólo cultivando la relación personal y comunitaria con Dios en la oración, tal como lo vivió el precursor de Jesús.
Un Rosario por Chile les ofrece extractos de esta catequesis que explicitan las anteriores afirmaciones. Meditemos en nuestra oración del Santo Rosario con estos textos:
“En este último miércoles del mes de agosto, se recuerda la memoria litúrgica del martirio de san Juan Bautista, el precursor de Jesús.” (…) “Nos preguntamos ¿de dónde nace esta vida tan recta, tan coherente, gastada de forma tan plena por Dios y para preparar el camino a Jesús? La respuesta es simple: de su relación con Dios, de la oración, que es el hilo conductor de toda su existencia.”
“Queridos hermanos y hermanas, celebrar el martirio de san Juan Bautista nos recuerda también a nosotros, cristianos de nuestro tiempo, que no se puede descender a compromisos con el amor a Cristo, a su Palabra, a la Verdad. La Verdad es verdad y no hay compromisos. La vida cristiana exige, por decirlo de alguna manera, el «martirio» de la fidelidad cotidiana al Evangelio, es decir, el valor de dejar que Cristo crezca en nosotros y sea Él quien oriente nuestro pensamiento y nuestras acciones. Pero esto sólo puede suceder en nuestra vida si la relación con Dios es sólida.”
“La oración no es tiempo perdido, no es robar espacio a las actividades, incluso a las apostólicas, sino que es exactamente lo contrario: sólo si somos capaces de una vida de oración fiel, constante y confiada, será el mismo Dios quien nos dará la capacidad y la fuerza para vivir de modo feliz y sereno, para superar las dificultades y testimoniarlo con valor. Que san Juan Bautista interceda por nosotros, a fin de que sepamos conservar siempre la primacía de Dios en nuestra vida.”
(Fuente textos S.S.: www.vatican.va / www.religionenlibertad.com )